lunes, 29 de febrero de 2016

Los corrales de comedias

Estos espacios eran verdaderos patios interiores de casas, en los que se había levantado un tablado (el escenario) y cuyos espacios se aprovechaban para alojar a un público variado. Surgieron en el siglo XVI, concretamente en 1579, y persistieron hasta bien entrado el siglo XVIII.
La sala carecía de techo y solo un toldo protegía del sol.
El escenario disponía de cortinas en su fondo que ocultaban uno o dos corredores altos y los vestuarios.
La ausencia de telón condicionó la representación: había que recurrir a otros procedimientos para avisar a la audiencia de que comenzaba la representación (ruido inicial, música...)

  • El escenario presentaba 3 niveles utilizables durante la representación:
  1. Al fondo, arriba, se situaba un balcón al que asomaban personajes que simulaban estar en el de una casa.
  2. En segundo lugar estaba el tablado, en el que se desarrollaba normalmente la acción.
  3. Por último, el foso del que salían, a través de trampillas, los actores que encarnaban a Satanás o a otras criaturas infernales.

  • Las habitaciones de las casas (aposentos) que daban al patio estaban destinadas a las gentes principales. Los desvanes y las tertulias eran los aposentos más altos, situados inmediatamente debajo del tejado, y estaban reservados muchas veces a los religiosos y a los nobles. Estos personajes podían ver la comedia sin ser vistos a través de celosías.
  • El público más modesto se situaba en el patio central y veía el espectáculo de pie o sentado en unas gradas que se levantaban a los lados del patio. Allí se situaban los mosqueteros, que, con sus capas y espadas y sus silbidos o aplausos levantaban o hundían la comedia.
  • Frente al escenario se construyó una especie de palco de mujeres (la cazuela), en el que se sentaban las mujeres del pueblo, quienes accedían al local por una puerta especial o por las casas vecinas, para no encontrarse con los hombres.
  • A veces había inmediatamente al lado del escenario un lugar separado del resto de la sala, llamado media luna, donde se sentaban otros espectadores.
  • La alojería era el lugar en donde el público compraba tentempiés (comida y bebida) y los alojeros despachaban la aloja (bebida hecha de agua, miel y hierbas aromáticas que, a veces se mezclaba con vino).
  • Los primitivos corrales de comedias se ampliaron interiormente según se hizo preciso crear espacio para alojar al público. Su estructura sólo permitía crecer verticalmente y se fueron añadiendo pisos a los ya existentes.



Como antes he explicado en la organización del corral de comedias, a este sitio acudían todas las clases sociales, desde las más bajas hasta las más altas (el pueblo llano, religiosos, nobles...)

Al no ser espacios destinados al teatro, eran los vecinos, propietarios de las instalaciones, quienes contribuían a que estos existiesen.

Una de las instalaciones más antiguas conservadas (de modo parcial) es el Corral de Comedias de Alcalá, y el único completo es el de Almagro, donde incluso anualmente se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.

También queda el Corral de comedias de la Olivera en Valencia, que incluye instalaciones nuevas.

En Madrid, en el último cuarto del siglo XVI, había seis corrales abiertos, los más conocidos: el de la Pacheca, el de la Cruz, y el del Príncipe.
El último corral construido fue el coliseo de los Caños del Peral.

En los siglo XVI y XVII en Sevilla, hubo dos generaciones de corrales de comedias. En la primera se edificaron siete, entre ellos el de la Alcoba y el de doña Elvira. Y en la segunda generación se edificaron tan solo dos: el del Coliseo, y el de la Montería.
 


Corral de Comedias de Alcalá







   Corral de Comedias   de la Montería




 


Corral de Comedias de la Olivera

  



Corral de Comedias de los Caños del Peral












Corral de Comedias de Almagro

 

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